Apoyando a los amigos desde lejos
Por mucho que nos gustaría estar con nuestros amigos todo el tiempo, especialmente cuando necesitan apoyo, lamentablemente no siempre podemos estar allí en persona.
Esto puede hacer que saber cuándo un amigo necesita apoyo y sentirse capaz de ayudarle parezca una tarea más complicada de lo que debería ser. Sin embargo, gracias a la tecnología, a menudo hay formas de detectar cuándo un amigo necesita apoyo.
También es importante recordar que cuando apoyamos a nuestros amigos, debemos asegurarnos de que también nos apoyamos a nosotros mismos. Cuando apoyamos a los demás, puede ser muy fácil traspasar nuestros propios límites personales (como quedarnos despiertos hasta muy tarde para apoyar a un amigo por teléfono) y asumir demasiadas responsabilidades.
Cómo saber cuándo un amigo necesita apoyo
La COVID-19 ha mermado nuestra capacidad para ver y apoyar a nuestros amigos en persona. Cuando estamos separados de nuestros amigos, puede resultar más difícil saber cuándo están pasando por un mal momento o si puede haber algo más preocupante. Aunque hay algunas cosas que pueden ser motivo de preocupación, no siempre son evidentes.
Entonces, ¿cómo puedes saber si un amigo está pasando por un mal momento cuando no puedes verlo en persona?
Podrías empezar por conectar con ellos online. Al ver y responder a las publicaciones, historias o mensajes de tus amigos, es posible que encuentres pistas sobre cómo se sienten o por lo que están pasando que quizá no habías notado antes.
Hemos enumerado algunas cosas que podrían ser una señal de que tu amigo está pasando por un mal momento:
Alejarse de ti o de otros amigos y aficiones pasadas: aunque puede que no sea tan obvio en Internet como lo sería en persona, es posible que notes cambios en tu amigo. ¿Parece que se está alejando de sus aficiones y amigos al no publicar nada sobre ellos ni hablar con ellos?
Mayor participación en las redes sociales: no todo el mundo se retrae cuando tiene problemas; a veces, las personas pueden participar más, especialmente en las redes sociales. ¿Tu amigo parece estar publicando mucho más de lo normal? Y si es así, ¿parecen publicaciones aburridas o parece que las publica para ocultar lo que realmente le está pasando? ¿Parece que está evitando sus sentimientos o que tal vez necesita y quiere ayuda?
A veces, a las personas les resulta más fácil volver a publicar citas o memes en su historia que insinúan cómo se sienten. Puede parecer como pedir ayuda sin pedirla directamente.
Otros cambios en el comportamiento y el lenguaje: ¿Tu amigo parece estar hablando de cosas o con cosas que podrían haber sido fruto de la presión de sus compañeros? ¿Habla de cambios en sus aficiones e intereses de una manera que parece fuera de lo normal (o incluso preocupante, como algo peligroso o ilegal)?
Menciones de sentimientos: algunas personas muestran sus emociones con facilidad, pero aún así podemos pasarlas por alto, ¡especialmente porque las publicaciones en las redes sociales pueden desaparecer muy rápido! Intenta echar un vistazo a las publicaciones de tus amigos y fíjate en lo que han estado diciendo o qué tipo de memes han estado compartiendo. ¿Han mencionado o sugieren los memes que podrían estar sintiéndose preocupados, ansiosos, desesperanzados, inútiles, etc.?
Recuerda que todas estas cosas son posibles indicios de que tu amigo podría estar pasando por dificultades, pero no pruebas definitivas. Si te preocupa tu amigo, siempre es mejor hablar con él que dar nada por sentado.
Y, por otro lado, todos somos muy diferentes; es posible que no veas estos cambios en la presencia online de tu amigo. Quizás veas otros, o quizás no veas ninguno. Como tú eres quien mejor conoce a tu amigo, eres el más indicado para saber qué comportamientos son inusuales o diferentes en él.
¿Crees que tu amigo necesita ayuda? ¿Y ahora qué?
Si estás preocupado por tu amigo, querrás acercarte a él y apoyarlo. Pero puede que sientas que no es tu responsabilidad, o que no sabes qué decir o hacer. Esto es totalmente normal, y mucha gente se siente así.
Aunque pueda resultar difícil iniciar la conversación, intenta no preocuparte por si empeoras las cosas o les molestas. En realidad, tu amigo probablemente te agradecerá mucho que te hayas preocupado por él lo suficiente como para ponerte en contacto con él, aunque no pase nada. Incluso podría ayudarte pensar en cómo te sentirías si alguien se hubiera puesto en contacto contigo.
Entonces, ¿cómo podrías iniciar la conversación?
Habla con él en privado: enviar un mensaje privado por las redes sociales o un mensaje de texto a tu amigo, en lugar de publicar algo público, es una buena forma de ayudarle a sentirse lo suficientemente seguro como para abrirse.
Un mensaje sencillo como: «He visto tu publicación y estoy pensando en ti» o «He visto tu historia y, si quieres hablar, aquí me tienes» puede ser una buena forma de iniciar la conversación con tu amigo y hacerle saber que estás ahí si quiere hablar.
Escucha: deja que tu amigo dirija la conversación y dale espacio para que se exprese y se desahogue. Haz todo lo posible por prestarle toda tu atención y hazle preguntas sobre lo que estás escuchando para intentar comprenderlo mejor.
Ayuda a proporcionar opciones: si tu amigo desea buscar ayuda en una organización o línea de atención telefónica, ¿por qué no le ayudas a buscar algunas opciones? Sin embargo, no presiones a tu amigo para que busque ayuda que tal vez no desee, ya que a veces basta con tener a alguien que le escuche.
Sin embargo, recuerda que no puedes hacerlo todo por tu amigo. Aunque quieras apoyarlo, es importante que comprendas lo que puedes y lo que no puedes hacer.
Tu amigo podría necesitar la ayuda de un profesional especialmente capacitado para saber cómo apoyarlo.
Si tu amigo necesita ayuda urgente y no puede mantenerse a salvo, debes informar a un adulto en quien ambos conféis sobre lo que le está pasando y llamar al 999 para pedir ayuda a los servicios de emergencia.
Si sospechas que tu amigo es víctima de abuso o delito, también debes informar a un adulto de confianza. Puede ser uno de tus padres, un cuidador, un profesor o la enfermera del colegio. También puedes denunciarlo a la policía llamando al 101.
Apoyarse a sí mismo mientras ofrece apoyo
Una vez que hayas iniciado la conversación con tu amigo sobre lo que le está pasando, probablemente querrás continuar con ella. Sin embargo, no olvides que no pasa nada si no sabes cómo ayudarle o no te sientes capaz de hacerlo. También puedes ayudar a tu amigo a acceder a ayuda profesional.
Sin embargo, es importante asegurarse de que también se está apoyando a sí mismo durante todo el proceso y que no está asumiendo demasiadas responsabilidades. De lo contrario, es posible que no pueda apoyarse a sí mismo ni a su amigo tanto como desearía.
Entonces, ¿cómo se puede hacer eso?
Establece límites, encuentra tu frecuencia y piensa en un momento que te resulte adecuado. Todos tenemos temas de los que, por cualquier motivo, no nos gusta hablar, y es posible que no te sientas cómodo hablando de lo que le preocupa a tu amigo. Y eso está bien.
Puedes ayudarles a encontrar una persona u organización con la que puedan hablar.
También es importante establecer límites. Por ejemplo, tal vez quieras establecer un límite sobre la frecuencia con la que podéis hablar; de lo contrario, podrías sentirte abrumado. Decide qué es lo que mejor os conviene a ti y a tu amigo: tal vez sea una vez al día, cada pocos días, una vez a la semana, etc.
También está bien volver a revisar los límites que has establecido y asegurarte de que siguen funcionando para ti y para tu amigo. Por ejemplo, es posible que descubras que tienes que cambiar tus límites y pasar de hablar todos los días a hablar una vez a la semana.
Haz solo lo que puedas: cuando no estáis juntos en persona, hay cosas que no se pueden hacer. No puedes pasar a charlar, ponerte al día mientras ves la televisión o darles un abrazo.
A veces podrás encontrar otras formas de hacer esas cosas, como organizar una llamada online, pero otras veces no. Y eso también está bien.
Recuerda que no eres un profesional y que hay un límite a lo que puedes hacer. Quizás quieras ayudar a tu amigo sugiriéndole que cuente lo que le está pasando a personas más cercanas a él, ya que ellas pueden ofrecerle un apoyo que tú no puedes darle.
Tómate descansos y asegúrate de tener suficiente tiempo para ti mismo: cuando estás apoyando a un amigo, es posible que no quieras dar un paso atrás o preocuparte por lo que sucederá si lo haces.
Sin embargo, es importante que des un paso atrás y te tomes un descanso de apoyarlos para asegurarte de que tienes suficiente tiempo para ti mismo. De lo contrario, podrías tener dificultades para apoyar a tu amigo debido a que te sientes abrumado.
Si quieres dar un paso atrás, habla primero con tu amigo. Es posible que tu amigo considere que tomarte un descanso es útil y beneficioso también para él, ya que le dará la oportunidad de desarrollar su propia resiliencia.
Habla sobre cómo te sientes: el hecho de que estés apoyando a un amigo no significa que tú no necesites apoyo también. De hecho, es posible que descubras que lo necesitas más que nunca.
Y recuerda que, al igual que con cualquier persona o relación, no puedes controlar lo que tu amigo hace o deja de hacer. Lo único que puedes hacer es ofrecerle tu apoyo y orientación.
Ya sea un amigo cercano o un viejo amigo con el que no has hablado en años, no dejes que la pantalla o el teléfono que os separa te impidan estar ahí para ayudarle. Puede que seas la primera persona que le escuche o le anime a buscar tratamiento, y eso podría cambiarle la vida.
Haces bien en pedir ayuda, y recuerda que no todo depende de ti.
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