Quitarse la máscara: por qué es importante hablar de nuestra salud mental
¿Llevas una máscara emocional que le dice a todo el mundo que estás bien, pero que oculta lo que hay dentro? Hablar de tu salud mental es como quitarte esa máscara. Aquí tienes cuatro formas en las que abrirte sobre tu salud mental puede ayudarte:
1. ¡Nos enseña que está bien no estar bien!
La vida está llena de altibajos, retos y triunfos, y no es realista esperar que estemos bien todo el tiempo, al igual que no esperamos estar bien físicamente todo el tiempo. Si nos enfermamos o lesionamos, nos tomamos un tiempo para descansar y vamos al médico si es necesario. ¿Por qué no tratamos nuestra salud mental de la misma manera?

Ignorar o reprimir las emociones difíciles puede hacer que se acumulen hasta que se vuelvan demasiado difíciles de manejar. Reconocer nuestras dificultades y dedicar tiempo al cuidado personal es importante para nuestro crecimiento personal y nuestra resiliencia. Nos permite buscar apoyo, aprender de nuestras experiencias y desarrollar una comprensión más profunda de nosotros mismos.
2. Ayuda a reducir el estigma.
Hablar sobre la salud mental ayuda a romper el estigma que rodea a los problemas de salud mental. A veces puede resultar difícil expresar cómo nos sentimos, ya que tememos que los demás nos juzguen o se enfaden por lo que decimos.

Podemos mirar las redes sociales y compararnos con una versión filtrada y poco realista de la realidad, lo que nos hace creer que si no somos «perfectos», el mundo no nos aceptará. Sin embargo, al mantener conversaciones abiertas, podemos crear un espacio que normalice los debates sobre la salud mental, haciendo hincapié en que es tan importante como la salud física.
3. Nos permite crear un sistema de apoyo.
Cuando estamos pasando por dificultades, a menudo podemos sentir que nadie nos entiende y que somos los únicos que nos sentimos así. Hablar abiertamente sobre la salud mental puede ayudarnos a crear una red de apoyo formada por amigos, familiares y otras personas de confianza. Nos puede ayudar a ver que otras personas pueden haber pasado por dificultades similares, pero que las han superado, y esto puede generarnos una sensación de esperanza.

Contar con un grupo de personas que nos comprenden y empatizan con nosotros también puede proporcionarnos un valioso apoyo emocional en momentos difíciles. ¡Las personas no pueden ayudarnos si no les dejamos entrar! Podemos buscar el apoyo de adultos que puedan proporcionarnos algunos mecanismos de afrontamiento o derivarnos a ayuda profesional.
4. Ayuda a crear una sociedad más compasiva.
Hablar de nuestros sentimientos con nuestros compañeros puede complementar la ayuda profesional y reforzar el sentido de pertenencia. También puede animar a otros a hacer lo mismo. Empezamos a ver que todo el mundo tiene sus dificultades, y esta conciencia puede conducir a una sociedad más compasiva y comprensiva.

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Si no estás listo para hablar sobre tu salud mental con otras personas, no pasa nada. Puedes escribir o dibujar tus sentimientos, si eso te hace sentir mejor. Llevar un diario o escribirte una carta a ti mismo puede ser una buena forma de practicar cómo expresarte cuando aún no estás listo para compartir tus cosas en voz alta.
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