Entonces, acabas de descubrir que eres neurodivergente, ¿y ahora qué?

Vale. Acabas de descubrir que eres neurodivergente. ¿Y ahora qué pasa?

En este artículo, voy a explicar lo que ocurre después de recibir el diagnóstico (ya sea de autismo, TDAH u otra neurodiversidad), voy a explorar cómo me sentí cuando me diagnosticaron y voy a ofrecer algunos consejos a cualquiera que no esté seguro de qué hacer a continuación.

Nota: este artículo está dirigido principalmente a personas que acaban de recibir un diagnóstico de un profesional médico, pero esperamos que algunos de los consejos también sean útiles para aquellas personas que aún están explorando y cuestionando su posible neurodiversidad.

Consejo n.º 1: Tómate tu tiempo.

Acabas de descubrir algo muy importante. Y, independientemente de si es algo en lo que has estado pensando durante mucho tiempo, recibir el diagnóstico definitivo puede suponer un cambio realmente grande. Puede afectar a tu forma de ver el mundo y tu propia identidad.

Por desgracia, las personas neurodivergentes no solemos ser muy partidarias del cambio (¡yo desde luego que no!), por lo que es posible que ahora mismo te sientas un poco abrumada. Cuando me diagnosticaron autismo, ya llevaba unos dos años identificándome como autista en mi cabeza antes de recibir el certificado oficial de «¡Sí! ¡Eres autista!». Pero, cuando llegó ese momento, seguía sintiendo que tenía que reevaluar absolutamente todo lo que me había pasado.

El hecho de que ahora tengas tu diagnóstico no significa que tengas que lanzarte inmediatamente a hacer cosas o introducir muchos cambios. Está perfectamente bien tomarse tu tiempo y no pensar demasiado en las cosas. Yo cometí el error de profundizar demasiado rápido y eso me dejó sintiéndome realmente abrumada. Tómate tu tiempo y recuerda ser amable contigo misma.

Consejo n.º 2: Investiga un poco.

Es posible que hayas investigado mucho antes de llegar al punto del diagnóstico, pero ahora podría ser un buen momento para profundizar un poco más. (Si lo deseas, claro está; ¡recuerda lo que te dije sobre tomarte tu tiempo!). Hoy en día hay mucha información interesante sobre las diferentes formas en que la neurodiversidad puede afectarte, todas las cosas positivas que la neurodiversidad puede aportar a tu vida, así como muchos consejos que pueden ayudarte a hacer tu vida más fácil de formas que no habías pensado.

Investigué mucho tanto antes como después de recibir mi diagnóstico. Leí libros, busqué hashtags específicos sobre el autismo en Internet, leí artículos, vi documentales... todo lo que pude. Me centré especialmente en buscar recursos escritos por personas que también eran autistas y en escuchar sus experiencias. Esto me ayudó a desmontar algunas actitudes negativas que ni siquiera sabía que tenía y a aprender a aceptarme y comprenderme de nuevas formas.

Consejo n.º 3: Habla sobre ello.

Muy bien, ahora sabes algo nuevo y muy interesante sobre ti mismo, pero ¿quieres contárselo a alguien más?

No tienes ninguna obligación de compartir esta información con nadie. Pero si crees que podría ayudar, ahora podría ser un buen momento para contárselo a las personas cercanas a ti. Por ejemplo, cuando me diagnosticaron, se lo conté a mi familia y amigos que aún no lo sabían. Les sugerí algunos recursos que podrían consultar para comprenderme mejor, y también se lo comuniqué a mi empleador.

Como persona neurodivergente, tienes derecho a adaptaciones que te ayuden en tu lugar de trabajo o de estudio. Por lo tanto, si te sientes cómodo compartiendo tu diagnóstico con tu empleador o con el personal de la universidad (o pidiendo a otra persona que lo haga por ti), puede ser muy útil que ellos lo sepan. De esta manera, podrás empezar a hablar con ellos sobre cómo pueden apoyarte mejor.

Además, solo como recordatorio: no debería ser tu única responsabilidad educar a las personas que te rodean. A veces parece más fácil hacerlo, pero ten cuidado de no esforzarte demasiado y agotarte.

Consejo n.º 4: Encuentra a tu gente

Podría ser una buena idea que intentaras encontrar a personas que sientan lo mismo que tú o que hayan vivido experiencias similares. Si ya tienes a esas personas a tu alrededor, ¡genial! ¡Me alegro mucho! Pero si no es así, intenta no desanimarte demasiado. El hecho de que ahora mismo no tengas a nadie en tu vida con quien te sientas identificado no significa que no haya nadie así ahí fuera.

Hay muchas comunidades esperándote, si te sientes preparado para unirte a ellas. Cuando me diagnosticaron, conecté con mucha gente a través de hashtags creados para que las personas autistas pudieran compartir sus experiencias en primera persona. También busqué grupos en mi zona, consulté foros benéficos, asistí a eventos específicos sobre el autismo y mucho más.

(Obviamente, siempre hay que tener cuidado al navegar por Internet y tomar las precauciones necesarias, como no compartir información personal).

Consejo n.º 5: ¡Celebra!

Personalmente, me hubiera gustado haberlo hecho un poco más. Me diagnosticaron «oficialmente» cuando tenía 20 años, y mi primera derivación a un servicio de autismo se envió cuando tenía dieciocho. Así que fue una espera muy larga. Entonces me pareció bastante decepcionante tener solo una videollamada en la que un médico me confirmó algo que ya sabía.

Pero sigue siendo un momento importante y significativo. Ahora, con suerte, podrás acceder a más apoyo y aprender a comprenderte aún mejor. Quizás hayas estado esperando este momento durante mucho tiempo, y si quieres celebrarlo, organizar una fiesta, ¡hazlo! Es cierto que ser neurodivergente en un mundo que a menudo no es accesible para nosotros puede traer consigo muchas dificultades. Pero también hay muchos aspectos positivos que merecen ser reconocidos y, sí, celebrados. Cuando a mi amigo le diagnosticaron a principios de año, encargué unas galletas personalizadas para que se las enviaran a su casa con la inscripción «¡Felicidades por el autismo!». Que a) estaban deliciosas, y b) eran una forma agradable y divertida de asegurarme de que mi amigo supiera que esto era sin duda algo positivo.

En resumen: puede que acabes de descubrir que eres neurodivergente, pero siempre lo has sido. En realidad, nada ha cambiado, salvo que ahora tienes la oportunidad de aprender más sobre tu comportamiento, tus sentimientos y tu forma de interactuar con el mundo. Además...

¡Bienvenido! Ahora formas parte de un club de gente realmente genial. Espero que te sientas capaz de celebrarlo y aceptarte tal y como eres, como la persona increíble y única que eres.